La Evaluación del Impacto del Ciclo de Vida (EICV) es la tercera etapa del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) y tiene como objetivo transformar los datos obtenidos del inventario del ciclo de vida en información relevante sobre los impactos ambientales.
Es, sin duda, una de las etapas más técnicas y críticas del proceso completo de ACV, ya que nos permite interpretar las cargas ambientales y relacionarlas con posibles efectos sobre el entorno natural, la salud humana y los recursos.
En esta fase se trabaja con los flujos previamente cuantificados —como emisiones, residuos o consumo de recursos— para clasificarlos en categorías de impacto como cambio climático, toxicidad humana, agotamiento de recursos o acidificación, entre otras.
Yo, personalmente, siempre explico que esta fase es el «puente» entre los datos y la acción: sin una correcta evaluación de impacto, el inventario por sí solo no nos dice mucho.
Lo que buscamos es traducir toneladas de datos crudos en algo comprensible, con sentido ambiental y utilidad para la toma de decisiones sostenibles.
Además, es importante recalcar que esta etapa no es opcional en un ACV bien hecho.
Está regulada y estructurada bajo normas como la ISO 14044, y para casos prácticos contamos con documentos de guía como la GTC-ISO-TR 14047:2019, que ofrece ejemplos ilustrativos sobre cómo aplicar esta norma en contextos reales de evaluación de impacto.
Importancia de la EICV en la sostenibilidad ambiental
Si entendemos la sostenibilidad como el equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del planeta, entonces la EICV es el instrumento que nos ayuda a medir si estamos logrando o no ese equilibrio.
En proyectos industriales, de diseño de productos, gestión ambiental corporativa o incluso en políticas públicas, la EICV aporta una dimensión crítica: permite saber cuáles son los impactos ambientales más relevantes y, sobre todo, dónde están ocurriendo en el ciclo de vida de un producto o servicio.
En mi experiencia, muchas organizaciones cometen el error de asumir que el mayor impacto ambiental siempre ocurre durante la fabricación o el uso de un producto.
Pero la EICV ha demostrado, una y otra vez, que a veces el transporte, la obtención de materias primas o la disposición final son los verdaderos “hotspots”.
Utilizar la EICV permite priorizar acciones de mejora, identificar oportunidades de ecodiseño y justificar decisiones basadas en datos.
Es, en otras palabras, el lenguaje técnico con el que la sostenibilidad se traduce en decisiones estratégicas.
Fases de la EICV: De los datos al impacto
Esta fase se compone de cinco etapas técnicas muy bien definidas:
1. Selección de categorías de impacto
Aquí se eligen las categorías ambientales que se quieren estudiar.
Las más comunes son: cambio climático, agotamiento de la capa de ozono, acidificación, eutrofización, toxicidad humana, ecotoxicidad, uso del suelo, agotamiento de recursos minerales y fósiles, entre otras.
La selección debe ser coherente con los objetivos del estudio. Si estoy evaluando un producto agrícola, incluir “uso del suelo” y “eutrofización” es casi obligatorio.
Para productos electrónicos, el foco puede estar en toxicidad y recursos minerales.
2. Clasificación
En esta etapa se asignan los flujos del inventario a las categorías de impacto seleccionadas.
Por ejemplo, el dióxido de carbono (CO₂) se asigna al cambio climático; el óxido de azufre (SO₂) a la acidificación, etc. Aquí no hay aún un cálculo numérico, solo se organizan los datos por tipo de impacto.
3. Caracterización
Es una de las partes más relevantes. Aquí los datos clasificados se multiplican por factores que indican su “potencial de impacto”.
Por ejemplo, 1 kg de metano (CH₄) tiene un potencial de calentamiento global 25 veces superior al CO₂ (IPCC 2007). El resultado es un valor común que permite comparar distintos contaminantes.
Esta parte es la que permite decir cosas como “este producto genera 5 kg CO₂-eq”, lo cual es vital para comunicar impactos de forma clara.
4. Normalización
Consiste en comparar los resultados obtenidos con un valor de referencia, como el impacto promedio de una persona en Europa por año. Aunque es opcional, ayuda mucho a contextualizar los datos.
5. Ponderación
Otra etapa opcional, pero útil. Aquí se asigna un peso relativo a cada categoría según su importancia percibida.
Por ejemplo, se podría dar más peso al cambio climático que al uso del suelo. Esto ayuda a generar un “score” general, útil para la toma de decisiones rápidas.
Indicadores de impacto y factores de emisión: ¿son lo mismo?
Esta es una duda común y muy válida. La respuesta es: no son lo mismo, aunque están relacionados.
Indicadores de impacto: son los resultados finales de la EICV, por ejemplo, kilogramos de CO₂ equivalente (kg CO₂-eq) para medir el cambio climático o kg SO₂-eq para acidificación. Representan los efectos potenciales que una actividad o producto tiene sobre el medio ambiente.
Factores de emisión: son coeficientes que indican cuántas unidades de un contaminante se liberan por unidad de actividad (ej. gramos de CO₂ por litro de diésel quemado). Se usan principalmente en la etapa de inventario, antes de llegar a la EICV.
En mi trabajo, siempre trato de explicar que los factores de emisión son como los ingredientes de una receta, y los indicadores de impacto son el plato final. Unos alimentan a los otros, pero no son equivalentes.
Principales métodos de evaluación en la EICV
Los métodos de evaluación ambiental son conjuntos de reglas, modelos y factores que permiten calcular los impactos de manera consistente. Estos son algunos de los más utilizados:
IPCC: Proporciona los factores de caracterización para el cambio climático. Se actualiza periódicamente (1995, 2001, 2007, 2013, 2021) y es la base del cálculo de CO₂ equivalente.
AWARE: Evalúa la escasez de agua y el impacto relacionado con el uso del recurso hídrico. Fundamental para estudios en agricultura, minería y sectores intensivos en agua.
ReCiPe: Muy completo, permite calcular tanto impactos a nivel medioambiental como a nivel de daño (a la salud humana, ecosistemas y recursos). Es el método por defecto en muchas bases de datos.
CML: Método académico de la Universidad de Leiden, muy usado por su enfoque en midpoint (categorías específicas sin interpretación subjetiva).
Cumulative Energy Demand (CED): Evalúa el consumo de energía acumulado a lo largo del ciclo de vida. Útil para analizar eficiencia energética de productos y servicios.
EN 15804: Específico para productos de construcción. Define reglas comunes para evaluar el impacto ambiental de materiales de construcción en Europa.
Estos métodos están integrados en software como SimaPro, OpenLCA o GaBi, y cada uno aporta ventajas según el contexto del estudio.
Cursos gratuitos y de pago sobre ACV: aprende a hacer tu inventario
Una parte esencial para hacer bien una EICV es dominar el inventario de ciclo de vida, ya que los resultados dependen totalmente de la calidad de los datos iniciales. Por eso, he desarrollado dos cursos complementarios:
🎓 Curso gratuito sobre ACV: ideal para quienes están empezando. Explico los fundamentos del Análisis del Ciclo de Vida y cómo se estructura una EICV.
🧠 Curso avanzado de pago: orientado a profesionales que quieren aplicar esta metodología en sus organizaciones. Incluye módulos sobre cómo construir un inventario, seleccionar bases de datos, usar software especializado y aplicar correctamente métodos como ReCiPe o IPCC.
👉 Ambos cursos están enlazados a mis videos en YouTube, que también están bien posicionados:
Mi objetivo es que cualquier persona, desde un estudiante hasta un profesional ambiental, pueda aprender a aplicar correctamente esta herramienta con el enfoque más actualizado y práctico posible.
Preguntas frecuentes sobre la evaluación del impacto del ciclo de vida (FAQ)
¿La EICV es obligatoria en todos los estudios de ACV?
Sí, si se quiere hacer un ACV conforme a ISO 14044, la EICV es una fase indispensable.
¿Se pueden elegir libremente las categorías de impacto?
Sí, pero deben ser justificadas y alineadas con los objetivos del estudio. No todas las categorías son relevantes para todos los productos.
¿Cuáles son los métodos más recomendados?
ReCiPe para estudios generales, IPCC para cambio climático, AWARE para agua. Todo depende del contexto.
¿Puedo hacer una EICV sin software especializado?
Es posible, pero no recomendable. El uso de software como OpenLCA o SimaPro agiliza el trabajo y reduce errores.
¿Qué relación tiene la GTC-ISO-TR 14047 con esta evaluación?
Esta guía técnica proporciona ejemplos prácticos para entender cómo aplicar correctamente la ISO 14044 en estudios reales. Es un documento complementario muy útil para quienes ya conocen la teoría y quieren ver su aplicación.